El pasado sábado se celebró en Lanzarote la prueba estrella del triatlón, donde durante 10, 11, 12,....muchas horas los valientes triatletas luchan contra sí mismo por cruzar el arco de meta. Nuestro DAVI se atrevió de nuevo a participar en el IRONMAN LANZAROTE, ya son dos años seguidos, logrando terminar la gesta con un tiempo de 10h38´´.....¡¡¡ERES UN MÁQUINA!!! Muchas felicidades DAVI y también a Mari y Hugo, que sin el apoyo de ellos la máquina no funcionaría...jeje.
También felicitar a ELOY, ISIDRO, DIANA Y VICTOR TENI que han conseguido ser FINISHER del IRONMAN LANZAROTE 2012..¡¡¡¡¡ FELICIDADES A TODOS!!!!
CRÓNICA DE DAVI:
MI SEGUNDO IRONMAN
Llegó
el momento… ya había pasado un año, estoy bastante tranquilo, estoy más
nervioso por las cosas que no pueda controlar, que por mí, por ejemplo
perder las gafas o algún golpe en el agua, pinchazo en bici, cualquier
contratiempo ajeno a mí.
Es
viernes, he dejado las bolsas y la bici en su sitio descansando para
mañana. Doy un pequeño paseo y voy al aeropuerto a recibir a mi familia y
amigos. Ya en los apartamentos me doy cuenta que han colgado una
pancarta del balcón en la que se puede leer “MUCHO ANIMO DAVI Y VICTOR”,
aviso a Víctor para que la lea y le doy las gracias…. Otro impulso de
motivación.
Cenamos,
doy un pequeño paseo y me vengo a descansar. Antes de dormir le digo a
Hugo que me escriba su nombre en la mano y me despido de él. Me dice
“Papi, mucha suerte mañana”, el pobre, me da que se está dando cuenta ya
de lo que es competir.
Hugo |
Me
levanto a las 4h40’, desayuno, me despido de Mary que ya está en pie y
bajo a boxes a las 5h30’, inflo las ruedas, coloco la comida y bebidas
en bici, me coloco el neopreno con Víctor y nos tiramos al agua a las
6h15’. A las 6h30’ salimos y nos colocamos en la línea de salida.
A
las 7 dan la salida y es espectacular, del mismo modo es agobiante, muy
agobiante, los primeros 500m apenas se puede nadar, es más sobrevivir
que otra cosa, golpes, golpes y más golpes. Mucho más que el año
anterior, pero escapo bien, sólo un golpe en el tobillo que aún tengo
hematoma, pienso que llevaba una mandarria en lugar de un reloj.
Al
salir en la primera vuelta veo que mi gente me ve, yo apenas los
distingo y a empezar de nuevo con la segunda. La hago casi al mismo
ritmo, salgo del agua hacia la zona de transición sin saber en el puesto
que iba, pero me daba igual, salí muy bien con un tiempo de 57’40’’.
Subo la rampa hacia las bicis ya preparado y allí estaban de nuevo,
todos con camisas rojas con mi nombre.
A
dar pedal ahora, salgo activando piernas, pensaba que hasta los 20’
aproximadamente no debía forzar demasiado y así lo hice, en torno a ese
tiempo empecé a tirar con fuerza, la carretera y las condiciones
ayudaban. No me pasaba casi nadie, iba pedaleando cómodo y fuerte. Iba
muy concentrado. A la altura del Golfo me vino la imagen del año
anterior, lo orgulloso que estuviera mi padre si me veía en una prueba
tan dura, pero en lugar de emocionarme como hice la vez anterior, seguí
pedaleando más y más fuerte, concentrándome en lo que estaba haciendo y
más aún cuando a poco de afrontar la subida de Timanfaya veo una
aparatosa caída de un ciclista, junto a él dos más para intentar
socorrerlo, tenía toda la cara ensangrentada, así como todo su cuerpo,
intentaba levantarse, pero caía a un lado y otro, no coordinaba nada.
Aviso en el cruce al guardia civil, seguro que no fui el único. Pensé
que nadie estamos exentos.
En
la subida me indican que voy en el puesto 65, no me lo podía creer,
recorrió por mi cuerpo una sensación de escalofríos y me ericé todo,
sólo delante de mí los pro, un puñado más y yo, pensé, y ¿cómo salí del
agua?, luego vi que en el puesto 79. Sabía que quedaba muchísimo por
delante, esto no ha hecho sino empezar, pero seguí dando pedal fuerte.
Paso por Tinajo |
En
Tinajo me esperaba mi familia, ondeaban banderas pero apenas las vi,
iba rápido y apenas los saludé con la mano, me adelantan cerca de
Teguise y les digo que voy bien. A partir del km 100 aproximadamente me
planteo no desgastarme mucho en las subidas, sólo apretar en llano y
bajando, pero me di cuenta que bajando soy bastante malo, porque donde
me cogían era en las bajadas. Paso por el Mirador del Rio y sus
espectaculares vistas y a bajar de nuevo.
En
Haría veo de nuevo a mi familia, igual que el pasado año, no iba fresco
de piernas, pero lo normal, llevaba 130km, pero sabía que así podía
correr perfectamente bien. Llegué a la transición con 5h52’, quizás
debería haber arriesgado un poco más, pero excusas que las de otro. Paso
por el baño y salgo a correr.
A Por la maraton |
Empiezo
muy fresco a 4’30- 4’15’’ y pensé, relájate ¿a dónde vas?, ésto acaba
de empezar. Puse freno hasta llegar a 4’50’’, ese ritmo me pareció
bastante llevadero, hacía demasiado calor. Así doy la primera vuelta, me
encontraba bien para bajar de 3h30’’ y confiado. La segunda vuelta la
hice muy parecida, quería apretar en los últimos 12 km. A todo esto mi
familia estaba allí, con las banderas de ánimo, pero justo antes del
giro, siento que las piernas no me responden, les indico a mi familia
que sólo una y para dentro, pero en apenas 100m, empiezo a caminar, la
vista se me nublaba y apenas
podía caminar. Llego a la zona de avituallamiento donde estaba Jose y
Loren y me agacho delante de ellos, no les veía la cara, pero seguro que
era de mucha preocupación, miraba al suelo, chorreaba agua y sudor,
mareado a punto de desmayarme, pasa Isidro y me da un golpecito en la
espalda y me da ánimos al igual que Iván, me pregunta Jose si estoy como
el año pasado y le contesto que peor, no puedo, no podía apenas ponerme
en pie, en ese momento veía que todo estaba a punto de terminar, pero
le pedí la bebida energética, me puse en pie y comencé a caminar, 11 km
¿caminando?, chiquito fracaso, no es justo, pasa Juan y me grita
“trota…. Trota” tienes a tu familia esperando en meta, no puedes parar,
empecé poco a poco, miraba el reloj… 8’30’’ el km. En el avituallamiento
posterior y siguiente cogí naranjas. Miraba el reloj y veía
(7’50’’-7’00’’-6’50’’-6’00’’-5’40’’…) así hasta ponerme a 5’15’’, en ese
momento, sentí muchísima rabia y empecé a apretar, lo peor había
pasado, pensé, a reventar, a darlo todo de aquí al final, ya sólo
faltaban 5km, a lo que Dios quiera, me puse a 4’30’’ y tiraba con mucha
rabia, en los últimos 2 km pasaba a mucha gente, me puse a 4’15 y
acabando a 4’. En la recta final veo a Mary junto a Hugo esperándome
para entrar a meta conmigo, les hice señas que comenzaran a correr, paso
junto a mi familia y casi tiran la valla de la emoción, creo que no
esperaban verme.
Levanté
los brazos con gesto de rabia, había logrado levantarme después de
tener casi todo perdido, de fracasar, y digo fracasar porque he dedicado
mucho estos meses para intentar hacer las cosas bien.
Crucé
la línea de meta, me abracé a Mary que lloraba y a Hugo, me agache y me
derrumbé, me emocioné por lo que había conseguido, hacía pocos minutos
estaba casi en camilla y ahora estaba ahí, con un tiempo de 10h38’’ y el
144 de la general. Pero no me quedo con esto último sino con lo que fui
capaz de remontar.
Tengo
que ser realista, llevo poco tiempo en este deporte, es mi segundo
ironman, vengo de un deporte que no tiene nada que ver con éste, hice 12
años de lucha canaria, pero lo mejor de todo es que veo que puedo
seguir mejorando.
Al
día siguiente fui a la ceremonia de entrega de premios y me quedo con
tres momentos muy emotivos, uno al darle el premio a la persona mayor de
75 años, era todo el mundo en pie, una ovación de unos 5’ y otra en la
de los discapacitados, ver al ganador llorando a lagrima viva dando las
gracias a un público en pie aplaudiendo dice lo grande que es este
deporte. Y por último ver a tres personas que llevan haciendo el ironman
de Lanzarote más de 15 años, me parece alucinante.
Me
gustaría agradecer a todas las personas que me han mostrado su cariño y
apoyo, antes durante y después de la prueba, a lo largo del recorrido
me acordé de muchas personas, me ayudaban a seguir adelante,
afortunadamente no tuve momentos malos, a la mínima, salía alguien y me
empujaba hacia adelante. Gracias también a ese gran Club como es el
AVENTRI, para mí muy grande, ya que los valoro como personas, no como
resultados, a Víctor Teni por saberme guiar y en especial a mi familia y
amigos que se desplazaron para verme sólo, y con esa frase “ DAVI,
nunca caminarás sólo”, eso lo dice todo. Creo que me valoran demasiado,
no he hecho nada para sentirme tan querido por la mayoría de la gente.
Con la Familia y amigos |
Me da que no hay dos sin tres…
Davi
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